jueves, 7 de mayo de 2015

¡Soy Siri!


¡Alaaaaa! ¿Para esto sirve esta cacharro? ¡Si lo llego a saber¡no hubiera roto el anterior de mi dueño!

No sé si me conoceréis o no, pero me llamo Siri, y soy la mejor perra del mundo. Espero que mi hermano haya hablado un poco de mí, pero con lo vago que es no sé ni siquiera como saca la energía para sentarse aquí a escribiros un poco.

A ver, a ver, ¿cómo podría describirme? Tengo ocho meses y soy muy divertida. Nací de una madre podenca y un padre rottweiler, sin embargo, eso mi familia lo descubrió más tarde. Cuando tenía un escaso día de vida, una chica a la que no conocía de nada me separó de mi madre y de mis hermanitos. Algunos pensaréis que eso me hizo sentir miedo, pero no, todo lo contrario, dio lugar a la primera aventura de mi vida.

Me llevaron a una casa muy grande. Allí vivía un chico y dos chicas, además de otro perro como mamá, solo que este aún no había dado a luz. Después ya me enteré de que los machos no pueden hacerlo…




Podríamos decir que cuando me vieron se enamoraron directamente de mí, pero sería mentira. La chica que me había llevado hasta allí les mintió. ¡Dijo que me habían encontrado en la basura! ¿Una princesa cómo yo en la basura? No me molestó esa ofensa porque hizo que me aceptaran. Tras esa primera noche empecé a sentirme como en casa.

¿Qué más información necesitarías sabe sobre mí en esta entrada de presentación? Pues bien, hay dos cosas que me encantan:

  • ·       Jugar con otros perros y jugar a tirar con los humanos
  • ·       Los palos


Jugar con otros perros es algo que a todos nos gusta, excepto al gordo de mi hermano, el prefiere pasear sin más. Es muy aburrido. Nunca me hace nada de caso. A veces creo que piensa que no es un perro. Realmente, creo que para lo único que funciona su cabeza es para comer y para que le acaricien. ¡Se pasa todo el día haciendo una de las dos cosas! ¡ABURRIDO!



Por otro lado, jugar a tirar con los humanos es algo súper divertido. A veces cuesta encontrar con el juguete con el que ellos quieren jugar. Son muy especialitos, pero a mí no me importa perseguirles con todos los peluches que tengo para que elijan uno. Y tiramos, y ¡siempre gano yo! Soy la más fuerte del mundo. ¿Qué crees que puedes ganarme? Demuéstramelo.

¿Y qué decir de los palos? ¿A quién puede no gustarle un palo? Son el mejor juguete del mundo. A veces, en el descampado al que vamos a jugar, algunos perros piensan que pueden coger los palos que hay por el suelo y quedárselos, ¡piensan que pueden llevarse mis palos! JÁ. En cuanto alguien coge algo que no le pertenece voy yo rápido a quitárselo. Me tengo que encargar yo de mantener el orden en ese lugar.

En muchas ocasiones me pregunto cómo mi hermano puede vivir viendo como los otros tienen palos y él no. Luego le miro y me doy cuenta de que va paseando de un lugar a otro con la boca abierta con cara de bobalicón. Está claro quién es la lista de la casa.



Bueno, os dejo, voy a tirarme un rato a ver la tele. ¿No os lo he dicho? Me encanta ver las lucecitas que salen de ella. Desde luego es mucho más interesante que tirarme a ver el sol como hace Koko.

¡Guau!


Siri

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