¡Guau!
¿Cuánto tiempo hacía que no me pasaba por aquí? Es que he estado muy, pero muy, ocupado. Ya sabéis que la vida del perro no es nada fácil. He tenido que tumbarme al lado de mis dueños, ponerme bocarriba para que me abrazasen y comerme toda esa comida tan mala que me daban todos los días.
Además he estado viviendo muchísimas aventuras que vengo a contaros. Porque sí, voy a volver a sacar ratos entre paseos y siestas para hacer otro gran favor a la humanidad. Voy a volver a contaros mis vivencias. Como lo leéis.
Y es que en todo este tiempo he hecho muchos amigos nuevos. La verdad es que cada vez soy más bueno.
Tengo juguetes nuevos y he dormido en la nueva habitación de mi hermano. He viajado hasta Alcobendas más veces e incluso he llegado a pasar por debajo de un túnel. ¡Por debajo de un túnel! Luego dicen que no soy atlético. ¿Y las carreras que me echo siempre que oigo a mi familia mover un plato?
He seguido persiguiendo camiones. He visitado al veterinario muchas veces, y aunque no todo son buenas noticias, tengo que seguir poniendo buena cara. Les veo preocupados pero voy a curarme. Ni si quiere el bicho que me picó puede con mis ganas de vivir.
¡Ah! Por cierto, tengo una hermanita nueva. Se llama Siri y aunque a veces es un poco pesada, la verdad es que cuando no está la echo de menos (y a veces no, para qué engañarnos). Me ha preguntado si puede pasarse por aquí y contaros cosas. ¿Vosotros queréis? A mí no me hace gracia. Este es mi rinconcito.
Un saludo y recordad: «cuando estéis preocupados por algo pensad en que haría yo. Tumbaros bocarriba y que os cuiden como si fueseis lo más importante de mundo. Porque lo sois».
Vamos a volver a vernos a menudo. Os he echado de menos.
Amo tu blog.
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarA partir de ahora va a volver a tener ritmo. El sábado sale la próxima entrada. Espero que te guste.