¿Sabéis una cosa? A pesar de
todas las veces que os he contado que siempre he sido muy bueno con mi nueva
familia, han existido dos momentos en los que no actué bien. Me puse violento
con ellos y vi cómo se asustaban de mí. No puedo controlarlo, esa situación es
superior a mi fuerza. Poco a poco voy dominándola cada vez más, pero cuesta.
jueves, 24 de julio de 2014
jueves, 17 de julio de 2014
Estoy enfermo. Tengo Leishmaniosis. Koko antes del blog #3
Aprovechando que hoy me he hecho
la última revisión para comprobar si todo avanza según lo planeado, estoy aquí
para hablaros acerca de un tema muy importante. Estoy enfermo. Tengo
leishmaniosis.
Para los que queráis informaros
más acerca de ella os dejo aquí un enlace con toda la información. "Leishmaniosis"
miércoles, 9 de julio de 2014
Subirse a sofás - Koko te enseña #1
Hoy vengo a daros una serie de
clases de cómo conseguir que unos dueños estrictos acaben por dejarte no sólo
subirte a los sofás y camas, sino que incluso van a permitir que las noches que
tu tengas ganas el poder dormir junto a ellos.
Cuando yo llegué a esta casa
todos me recibieron con mucha alegría y cariño. Se notaba que estaban deseando
tener un perro y que me querían cuidar. No hay que olvidar que me eligieron
entre trescientos , y eso está muy bien, pero no es todo lo que yo quería.
Vamos a ver, entendedme, había
estado más de seis meses encerrado con muchos otros perros abandonados como yo,
sin espacio para mí, sin ningún privilegio, siendo uno más. Ahora lo que yo
buscaba era sentirme especial. Quería cariño, y no ser sólo un perro en esta
casa, quería que me tratasen como uno más… ¡Y que ese sofá tenía una pinta de
ser cómodo que tiraba para atrás! No había estado en algo tan mullidito desde
que estaba en la tripa de mi madre.
miércoles, 2 de julio de 2014
Mi primo Tomy
Algo que todavía no os había contado es que tengo familia perruna. Sí, a parte de mis familia humana, tengo tres primos de mi misma especie: Tomy, Noa, e Íker.
Lo malo es que hasta hace unos días únicamente había oído hablar de ellos. Esta es la historia de cómo conocí a Tomy, el primo más mayor que tengo, ¡tiene ya 10 añazos!
sábado, 14 de junio de 2014
El antídoto frente a nuestra magia
Pues sí. Así es. No sé por qué. Mis poderes mágicos han dejado de tener efecto sobre los humanos. Me ha llegado ese fatídico día que todos los perros mágicos tememos.
Ya que ya no me son de utilidad, estoy aquí para quebrantar la regla de mayor calibre que tenemos los perros mágicos, y ésta es, contaros a vosotros, los humanos, que muchos de nosotros tenemos una serie de capacidades mágicas que nos hacen poder controlaros a nuestro antojo. Nos basta con una simple mirada, un simple ronroneo, o tocaros levemente con nuestra patita para conseguir que hagáis lo que queramos.
Después de casi un año poniéndolo en práctica parece que a mí se me ha acabado el chollo.
domingo, 8 de junio de 2014
El primer día - Koko antes del blog #2
Y así fue como llegué a mi nueva casa. Entramos por la parte de atrás, por el garaje, tras un viaje movidito. Nunca había montado en coche y la verdad es que no me gustó. Me mareé mucho.
Lo primero que hicieron mis dueños cuando me abrieron las puertas fue ponerse hablar sobre mí. Tenían una duda existencial sobre si iba a ser capaz de subir las escaleras o no, pero rápidamente ya les demostré que eso no iba a ser rival para que poco a poco fuese haciéndome con la casa.
Empecé a echarle un ojo a la casa. ¡Que grande es! Yo que vengo de vivir en un espacio cercado con otros dos perros… Y me agobié. Sí, me agobié. ¿Esto iba a ser para siempre? ¿Me iban a devolver? Me daba miedo pensar que podían volverme a abandonar después de estar una o dos semanas. ¿Y si no les gustaba? Estaba aterrado. No quería pasar por lo mismo otra vez. Tenía que ganármelos fuese como fuese.
martes, 3 de junio de 2014
De paseo por Alcobendas
La verdad es que hoy ha sido un día un poco raro.
El día empezó como cualquier otro. Mi familia empezó a desayunar: leche, tostadas, galletas de chocolate… mientras a mí siguen poniéndome ese pienso especial para los riñones. Creo que les cuesta pillar un poco las cosas. Mira que llevo ya más de un mes apenas probándolo, pero parece que no se dan cuenta de que no me gusta. En fin. Lo que hay que aguantar… Salí al bosque que hay por detrás de casa con mi madre, me encontré a algunos amigos y jugamos un rato. Bueno, jugamos… yo voy a mi aire, ellos me siguen, pero son perros… y yo soy como una persona, a mi que no me mareen mucho. Llegamos a casa. Todo seguía como siempre. Hasta que llegó la hora de mi segundo paseo.
Me bajaron al garaje, me pusieron ese odioso arnés que ha encogido y me aprieta la barriga (ellos dicen que estoy gordo, pero es que han debido lavarlo con agua fría). Abrieron el coche. ¡Que bien! Con lo que me gusta entrar a mi en el coche a molestar un rato. Sin embargo, esta vez, me engancharon en el asiento con mi cinturón. ¡A traición! . ¿Otra vez en el coche? Si saben que lo odio. Me intenté mover para adelante y me caí en el hueco del asiento, para los lados y me daba contra las puertas, así que decidí quedarme quietecito para no hacerme más daño.
El día empezó como cualquier otro. Mi familia empezó a desayunar: leche, tostadas, galletas de chocolate… mientras a mí siguen poniéndome ese pienso especial para los riñones. Creo que les cuesta pillar un poco las cosas. Mira que llevo ya más de un mes apenas probándolo, pero parece que no se dan cuenta de que no me gusta. En fin. Lo que hay que aguantar… Salí al bosque que hay por detrás de casa con mi madre, me encontré a algunos amigos y jugamos un rato. Bueno, jugamos… yo voy a mi aire, ellos me siguen, pero son perros… y yo soy como una persona, a mi que no me mareen mucho. Llegamos a casa. Todo seguía como siempre. Hasta que llegó la hora de mi segundo paseo.
Me bajaron al garaje, me pusieron ese odioso arnés que ha encogido y me aprieta la barriga (ellos dicen que estoy gordo, pero es que han debido lavarlo con agua fría). Abrieron el coche. ¡Que bien! Con lo que me gusta entrar a mi en el coche a molestar un rato. Sin embargo, esta vez, me engancharon en el asiento con mi cinturón. ¡A traición! . ¿Otra vez en el coche? Si saben que lo odio. Me intenté mover para adelante y me caí en el hueco del asiento, para los lados y me daba contra las puertas, así que decidí quedarme quietecito para no hacerme más daño.
viernes, 30 de mayo de 2014
Cuando cambié de vida - Koko antes del blog #1
¡Guau!, esto… quería decir… ¡Hola!. Me llamo Koko y tengo ¡casi dos años!. Sí, como podéis ver ya soy mayor. El 22 de Junio es mi cumple, y aquí deseoso de que llegue me encuentro. ¡A ver que clase de chuches me dan ese día!
Bueno, pero que poco cortés por mi parte. Tendré que contaros más cosas sobre mí.
No sé donde nací. Lo primero que recuerdo es que cuando era pequeñito mis dueños me dejaron en la puerta de un albergue de perros. No sé si porque no me querían, no sé si porque no podían mantenerme, no sé si hice algo. Lo único que sé es que me abandonaron allí. Creo que me hicieron daño con botellas y latas, porque cada vez que se me acerca alguna persona con una me asusto muchísimo. Pero tuve suerte. En ese lugar, al menos me daban de comer, me sacaban a pasear de vez en cuando, y podía jugar con otros 300 perros que tuvieron la misma suerte que yo. Por eso os pido, que si quereis tener a un amiguito como yo, os paséis por mi antigua casa Centro de Acogida:Albergue de Perros en Colmenar Viejo y adoptéis a uno de mis hermanitos.
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