Hoy dormí con mi hermanito

¡Guau!

Hoy vengo indignado. Mi hermano me ha vuelto a engañar para que durmiese con él. Parece que no se quedó satisfecho con ir empujándome hasta que me subí a su cama el otro día que tuvo que ponerse ayer a hacer ruiditos con un plástico y gritarme «premio, premio» para que yo pensase que era una salchicha y tener que subir arriba.

Y es que encima, cuando subí no os creáis que apagó la luz. No. Lo que hizo fue ponerse a ver una serie de televisión. ¿Qué le ven las personas a esa pantalla de la que salen ruidos y sonidos? Si muchas veces son desagradables y sobre todo no se pueden comer. ¿Qué diversión tiene algo que no se puede masticar?

Al final apagó la tele y yo pensé que nos íbamos ya a dormir. Por fin. Me acurruqué contra él y puse mi pata izquierda en las sábanas para que él apoyase su mano contra la mía. Cuando noté su contacto la miré y puse mi otra patita encima. Ya está. Ahora sí que no me puedo quejar. No hay nada mejor que tener a mi hermanito todo para mí.

Pero no. Justo cuando apagó la luz y apoyé mi cabecita contra su pecho, y cuando pensaba que nos íbamos ya a dormir llamó la pesada de siempre. 

Escucha hermanito, me encanta que te tumbes y que te apoyes encima mío. Estoy muy cómodo, pero cuando hables por teléfono aleja tu boca de mi oído. Por si no te has dado cuenta, además de estar hablando pegado a él, tengo una capacidad auditiva que es bastante superior a la tuya. Gracias.

Al rato colgaron. Volví a apoyar la patita en la cama y el volvió a cogérmela. Posé mi otra pata encima suya y apoyé mi cabeza otra vez sobre su hombro. Él me abrazó y nos fuimos a dormir.

Eso es felicidad.

La verdad es que dicen que no hay mejor amor que el que un perro como yo puede dar a una persona. Esta imagen os puede hacer pensar a todos que era así, y lo es. Yo estaba muy a gusto, pero recordad que solo subí porque pensaba que había salchicha. 

Sed felices, tened comida a mano y dormir con alguien que os quiera mimar toda la noche.

@KokoPerroBlog