¡Guau!
¿Hace
ya casi una semana que no me paso por aquí? No me he dado ni cuenta, esto de
que sea veranito y que me hagan caminar
horas bajo el sol desorienta a cualquiera, incluido a mí.
Porque
sí, como ya os conté el otro día, el hecho de que se me metan cosas puntiagudaspor el oído ha hecho que mis dueños ya no me lleven al descampado a jugar con
otros perros. Echo mucho de menos poder correr y ladrar detrás de esos que
intentan quitarme mi territorio, pero lo bueno de dar paseos es que estoy descubriendo que muchos han osado
marcar mi ciudad. Así que ahora tengo la firme misión de volver a dejar
claro qué es mío y qué no se puede tocar.
Como
consecuencia de todos esos paseos ha pasado una cosa increíble. ¿Sabéis qué? ¡Peso un kilo menos! Ahora todos esos
que me llamaban gordo cuando me veían van a tener que cerrar un poco la boca.
Tengo una cintura de bailarín. ¿Quién se ríe ahora, eh?
Aunque
no me lo han dicho, sé que si sigo así, si consigo bajar uno o dos kilos más estaré cerca de que vuelvan los
premios. ¿Cuánto me queda para poder tomarme otra vez salchichas? Quizás menos de un mes. Lo espero con muchas ganas.
La
verdad es que pocas aventuras más me han pasado estos días, pero sí que hay
algo que me gustaría contaros. ¿Habéis
ido alguna vez con Siri al veterinario? Que pregunta más tonta, está claro
que no. Pues deberíais hacerlo. Es el mejor show
de toda la ciudad de Madrid. Gritos, lágrimas y risas de los presentes, todo en
uno para ver como la que me ha roto todos mis juguetes sufre un poco mientras a
mí me dan premios por haber sido tan bueno.
Poco
más tengo que contaros por hoy, pero el veranito ya está aquí y se presenta
cargado de nuevas aventuras. ¿Me vas a acompañar en él?
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